lunes, 17 de febrero de 2020

Soneto 148

DE TANTO HERIRME

No hay semana que pase sin morirme
aunque sea una vez, por un minuto,
por un siglo; sin que saque su luto
la amapola cuando me ve rendirme.

De tanto Cernudear, de tanto herirme,
de tanto desangrarme como un bruto
en toro ensangrentado me transmuto,
del granado en su fruto si al partirme.

Del granado en su fruto y lapidario
es el eco del viento en las ventanas,
me busco en las esquelas del dïario,

mi sombra es un ciprés por el cuartucho.
Para vivir de veras y con ganas,
hay que morirse muchas veces mucho.

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