Soneto 175

Y NO ESCARMIENTO

Sigo haciendo el capullo por la vida.
Más viejo todavía, y no escarmiento.
Qué tormento. Te juro que no miento.
No atino a la verdad tomar medida.

Del pasado, no admito su partida.
El presente, suelo volverlo en cuento.
El futuro, un juego que me invento.
Voy a contarte mi última movida.

Como sabes, yo me apunté a un cursillo.
Qué ilusión, qué alegría, qué candor.
Ya soñaba mi título en el hato.

No he llegado ni a entrar por el pasillo.
Pillé un chasqueo más pronto que un vapor
al verme rodeado de niñatos.

Soneto 174

SI MIRO ATRÁS Si miro atrás, si me detengo y giro

la mirada a lo largo del camino

recorrido, atisbo un remolino

de luces a lo lejos. Un suspiro

repentino troca el aire que aspiro

en blanda mejorana y verde pino,

se me azucara el cielo, oigo el trino

de antiguos pájaros. Tal vez deliro.

Si miro atrás, si me detengo y vuelvo

queriendo desandar todos mis pasos,

la senda se convierte en espejismo.

La luz se hizo misterio. No resuelvo

poderla comparar en los ocasos

sin pájaros ni aromas. Sólo abismo.

Soneto 173

JESUSITO PENURIAS

Algo va mal, me gritan mis postillas
sordamente. Y yo se lo agradezco,
ciertamente, y encima les ofrezco
una unción de pomada de ortiguillas.

Ya sé que algo va mal, ¿cuándo fue bien?
Decidme la verdad. Nunca lo fue.
Si acaso algún instante adiviné
la dicha en el vapor de un viejo tren,

prisionero en las páginas de un libro.
Se me cierra la vida a cal y canto.
Tengo miedo al terrible precipicio.

Si meto marcha atrás desequilibro.
Si me estanco me ahogo en puro llanto.
Si adelante me estampo contra un quicio.