MAGIA Y HARINA
Si un molino girase a contra viento.
Si en la estepa lloviese agua marina.
Si con algo de sal, magia y harina
pudiese cocinar cualquier ungüento
que al tiempo detuviese, o hiciese lento,
contener tanto ocaso en la colina
cada tarde, raptar en una esquina
al fugitivo sol, como en un cuento.
Si volviese a mis pies aquel balón.
Si pudiese otra vez en bicicleta
subir aquellos puertos de la infancia.
Si pudieses partir mi corazón
de nuevo en honda, en insondable grieta
donde pierda el olvido su arrogancia.