Soneto 135

PERO EN VERDAD

Recuerdo aquellas hojas de morera
devoradas en cajas de zapatos.
Y yo eclipsado, inmóvil como un gato,
ante el festín de las pequeñas fieras.

No estoy nostálgico ni con llorera.
Cierta comparación pensé hace un rato.
Mi mente es un gusano mentecato
de volverse crisálida a la espera.

Zampa cuadros, periódicos, poemas.
Jala vídeos, canciones, epopeyas.
Traga tesis, películas, teoremas.

De eso a tener alas va lo suyo.
Con fantásticos vuelos sueña ella.
Pero en verdad, no hace ni el capullo.

Soneto 134

SERES DE INFRAMUNDO

Igual que aquel Sebastian en Blade Runner,
escribo fabricándome enanitos.
A veces desvarían los malditos,
partiéndose la crisma en el escáner.

Tengo algunos pasándose de adanes,
por más que se confiesen de benditos.
Tengo acróbatas, ácratas, cabritos,
y algún Van Gogh pintando tulipanes.

Con Quintero en la tele salió uno,
convencido que era Don Facundo.
Otro en cambio se cree Don Unamuno.

Cada cual vive a solas y en su mundo.
Lo que se dice cuerdo no hay ninguno.
Así son estos seres de inframundo.

Soneto 133

SI ME LO CONCEDES

Bueno pues tan difícil no es la cosa:
ponerse al tajo, escupirse las manos,
cerrar los ojos y estudiar los planos
del terreno donde habita la rosa.

Hincar la pala hasta encontrar lo blando.
Es ahí donde se ha de hacer cimiento:
cuando el suelo se vuelva sentimiento,
y el aire se perfume a contrabando.

Es ahí donde se hacen estas casas
de cemento mezclado con olvido
y ripios de esperanza por paredes.

Si alguna vez te sientes sola y pasas
como un pájaro que ha perdido el nido,
ésta es tu casa, si me lo concedes.

Soneto 132

AMOR Y VERBO

La foto es el brocal de un pozo oscuro y hondo.
Una fuerza escondida parece que me imana
como indefenso insecto. Cualquier súplica
es vana
si me acerco a mirarla, y me impulsa hacia el fondo.

Detrás de la sonrisa y del lunar que rondo;
detrás de esa nariz suavísima de lana;
detrás de esa porción de sol la luz se aplana,
mi vista se ensombrece, mi cuerpo cae en redondo.

Principio y fin conjuntos, a un palmo de distancia.
Entre ser y no ser, he ahí la cuestión.
Cegado está el futuro sin carne ni fragancia.

Entre ser y no ser no queda otra elección:
el amor dará luz y el verbo la sustancia
cuando ante lo imposible se empoza la ilusión.

Soneto 131

EN PAZ Y A TIROS

Histerias que se heredan como un ajuar preciado.
Historias propagándose como si fueran fuego
que nunca olvidarán, que no entrarán al juego
del tiempo, oh gran rey, oh gran menoscabado.

Herencias maldecidas, de un odio bien atado
al tronco de sus vidas donde no existe el luego,
sino el ahora en garras, dando palos de ciego,
cual niños en piñatas, al búcaro pasado.

Herencias sin valor sobre las aguas rápidas
del río calendario, que arrastra todo modo
que intente custodiar su tesoro de lápidas.

Literaturenícense dentro de mí los lodos
de la historia febril, de patriotas o apátridas,
en guerra con mis nadas, a tiros con mis todos.