BUSCANDO ALGÚN INDICIO
Quién te ampara al cesar la luz del rayo.
Estás solo entre tú y el precipicio.
Quién puede devolverte a aquel inicio.
Quién se atreve a cruzar un nuevo mayo.
Estás solo en lo oscuro. Y en desmayo
noctámbulo, buscando algún indicio,
calibras la ilusión en el resquicio
de una puerta que se abre de soslayo:
"En su cuerpo orillábanse los álamos,
cundía el cáñamo, espejaba el río
blanduras entre adelfas y laurel."
Luciérnagas ingenuas sobre el tálamo,
semejando su luz. Y en extravío
un corazón de acíbar y de hiel.