ALLÍ TE ESPERO
Al otro lado de la nube negra,
mordiéndome los labios impaciente.
Ciertos días la luz se desintegra,
y escribo entre un silencio pertinente.
La vida se me vuelve incompresible,
la evidencia se unió a la coincidencia.
Cuchillada feroz en mi consciencia
al saber la noticia más temible.
Hoy nos comunicamos en silencio,
llorando un mismo llanto separado.
Esa luna inconsciente esconde un drama.
Temor le tengo al alba. Lo evidencio
igual que un niño triste y asustado
ante el rostro de la pálida dama.
miércoles, 8 de mayo de 2019
domingo, 5 de mayo de 2019
Soneto 109
EL HADO QUE YO GUARDO
Tanto fantasma sobra por la tierra.
Probemos a inventar un nuevo canto.
El canto del que no profesa el llanto,
que deja de creer y se destierra.
A qué tanta corona de laurel,
y tanto gótico, tanto elevado.
Qué seremos más allá del dintel
que nos separa de lo comprobado.
El hado que yo guardo en mi interior
es un monje con ecos de gitano,
candela y pandereta, vida llana.
Yo viajo en unicornio volador.
No tengo por buen huésped lo malsano.
La ley es ley cuando me da la gana.
Tanto fantasma sobra por la tierra.
Probemos a inventar un nuevo canto.
El canto del que no profesa el llanto,
que deja de creer y se destierra.
A qué tanta corona de laurel,
y tanto gótico, tanto elevado.
Qué seremos más allá del dintel
que nos separa de lo comprobado.
El hado que yo guardo en mi interior
es un monje con ecos de gitano,
candela y pandereta, vida llana.
Yo viajo en unicornio volador.
No tengo por buen huésped lo malsano.
La ley es ley cuando me da la gana.
Soneto 108
POR SALVARTE DEL MIEDO
He de cavar una zanja en la tierra,
traspasar las murallas de tu angustia.
Lozana y verde ayer, hoy seca y mustia,
maldita cárcel que a tu vida encierra.
De la mano te llevaré a la sierra,
allí donde la luz dardos dispara.
Beberemos el agua fresca y clara,
igual que fugitivos de una guerra.
Pensamientos ilusos, quijotescos.
Ilusiones que escribo sobre el viento.
Es dura la verdad, terco su empeño.
Por salvarte los miedos más grotescos,
qué más puedo yo hacer sino este cuento
colmado de deseos y de ensueño.
He de cavar una zanja en la tierra,
traspasar las murallas de tu angustia.
Lozana y verde ayer, hoy seca y mustia,
maldita cárcel que a tu vida encierra.
De la mano te llevaré a la sierra,
allí donde la luz dardos dispara.
Beberemos el agua fresca y clara,
igual que fugitivos de una guerra.
Pensamientos ilusos, quijotescos.
Ilusiones que escribo sobre el viento.
Es dura la verdad, terco su empeño.
Por salvarte los miedos más grotescos,
qué más puedo yo hacer sino este cuento
colmado de deseos y de ensueño.
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