sábado, 9 de junio de 2018

Soneto 18

LOS GANGANAUTAS DE LA TONTOPISTA

La niebla en el Peñón enamorado
humilla, con verónicas de hastío,
al tauro que contempla desolado
la vega antequerana bajo el frío.

Los autonautas de la cosmopista
cruzan raudos. Salen los ganganautas,
todos en ristra, de la tontopista.
Son como sierpes al son de la flauta.

Al tauro no le sobró calderilla
del café con que pagar al gorrilla
del aparcamaridos. Y se escapa

sin poder soportar tanta existencia.
Limpia, de su coche, en la contingencia,
el vómito sartriano en su solapa.

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