lunes, 8 de febrero de 2021

Soneto 187

 HOMILÍA DE LUNES


Tampoco hay que excederse con los sueños.

No esperar imposibles como lelos.

Jamás podrá con mares ni con cielos

por valiente que sea nuestro empeño.


Ante todo soñemos como humildes.

No pequemos de utópicos o necios.

Nuestra fragilidad no tiene precio.

Nos perdemos más pronto que una tilde.


Y luego es complicado componernos

pegado el castañazo en los infiernos

de los duros ladrillos del molino.


Ante tanto gigante imaginado

prefiero echar a un lado lo soñado

que estamparme en las aspas del destino.

Soneto 186

 LO SÉ PORQUE RESPIRO


Con un dedo de tinta en el bolígrafo,

y tres o cuatro folios de los chinos,

aún puedo retar a mi destino

sin que asome el plumero en el polígrafo.


Y escribirte un soneto enamorado,

disfrazarte los lunes de domingo,

perder todas tus penas en el bingo,

pintarte un sol radiante en el tejado.


Sigo vivo. Lo sé porque respiro,

y en cada aspiración tú estás en ella.

Te lo jura el de Carmen la del Chito.


Mi almanaque está lleno de suspiros.

Vivir será escribirte, mi epopeya.

Más tonto y más jartón que Gazpachito.

domingo, 7 de febrero de 2021

Soneto 185

 DEL ALMENDRO A SUS FLORES


Las flores del almendro nuevamente

van abriéndose lentas en la sierra.

De falsa nieve adornarán la tierra

sus pétalos pequeños, y en mi mente


renacen otra vez viejos recuerdos:

tus diez dedos siameses de los míos

en el monte, tu sonrisa, los bríos

de tus besos extraviando al más cuerdo.


Envejecer así me reconforta,

la flor de mi pasado es como un leño

que flota en la corriente de los sueños.


Hacerme viejo así ya no me importa.

Esclavo liberado del olvido.

Del almendro a sus flores parecido.

Soneto 227