miércoles, 30 de marzo de 2022

Soneto 204

 DE LA ESTIRPE CERDINA


De la estirpe cerdina tú eres hijo.

Primo del salchichón y del chorizo.

Embutido sin fin, manjar rojizo.

Tan gordito feliz y tan prolijo.


Los del club del jamón bien te mancillan.

Los tontos del morcón bien que te humillan.

Yo de ti, o tu hermana la morcilla,

kilo y medio, buen vino y una silla.


Te insultarán, te vilipendiarán.

En bares de postín te ignorarán.

Igual hasta te dicen catalán.


Venga ya, no te enfades, qué sabrán.

Donde esté un buen salami y medio pan

ni caviar, ni perdices, ni faisán.

lunes, 28 de marzo de 2022

Soneto 203

 PUPILO DEL CELULOIDE


Si otra vez yo tuviese que nacer

llevad mi madre a un cine pueblerino.

Que un Florida marcase mi destino

entre bandas sonoras y el quehacer


del aroma a palomas de maíz.

Y en pantalla la magia y el misterio

serán mi libertad y mi cautiverio.

Pero ahí es más fácil ser feliz.


Taxi driver, Furtivos, El Padrino,

compañeras conmigo en mi camino

en un vïaje hacia ninguna parte.


Sacristán, Fernán Gómez o De Niro,

compatriotas por donde sea que miro.

Pues mi patria será el séptimo arte.

viernes, 18 de marzo de 2022

Soneto 202

 HACIA LAS ALTAS BARANDAS


Algunos me preguntan por qué escribo.

El primero en hacerlo soy yo mismo:

por qué gastar mi tiempo en simbolismos.

Mi expresión por escrito la concibo


como impulso a cambiar lo que percibo,

como un querer luchar contra el abismo.

Bien sé que mi trabajo es espejismo.

Distante, bien lo sé, bien que lo vivo.


Una vez descubrí el mecanismo

que transforma los sueños en verdades.

Me bastó un boli Bic y un folio en blanco.


En él vertí mi afán, mi ilusionismo.

Un modo de salvar mis realidades

con barandas de tinta ante el barranco.

lunes, 14 de marzo de 2022

Soneto 201

COMO PUEDO Y A MI MODO

 Yo que ya siento todo por perdido.

Yo que tocado y hundido doy todo

por vencido. Que yo que por herido

ya no sé caminar más que por lodo,


que confundo esta mano con el codo,

la mentira del sueño y lo vivido;

que afronto como puedo y a mi modo

lo que yo sólo sé lo que he sufrido.


Yo que a veces me siento malnacido.

Yo que tanto bendigo lo que callo.

Yo que tanto me hallo en lo que digo:


benditos aguaceros, bienvenidos.

Partid mi alma fría en viento y rayo.

Fecundad nuevo mayo en sus postigos.

Soneto 200

 QUÉ DIFÍCIL ES BUSCAR LA PAZ


Un soneto me queda solamente

para alcanzar la cifra de doscientos.

Hoy que llueve y me afloran sentimientos,

recuerdos en el alma y en la mente,


quiero aportar con él algo corriente

que me aleje verdugos sufrimientos,

que no suponga en mí ya más tormentos,

sino un canto feliz, supuestamente.


De miel y frenesí sembrar mi verso,

de flor y regaliz cada renglón,

sin más borrasca vil ni viento adverso.


Que un arcoiris sea el manifiesto.

Sin lluvia que me encharque el corazón.

Un himno al sol, sencillo y bien modesto.

Soneto 199

 REGRESO A LO SENCILLO


Los pájaros no vuelan con gasoil,

ni compran su alimento en Mercadona.

Su sabia evolución hoy me pregona

lo absurdo de mi vida y mi persona.


No es bona Barcelona por si sona

o no sona la bolsa del estoy,

del yo soy. Pues yo soy, y no me voy.

Yo resisto viril como cowboy. 


Así deba cambiar por tagarninas

mi dieta rica en sodio y proteínas.

Termino de comer y soy un momio.


Así deba viajar en bicicleta,

así tenga que andarme con muletas.

Mas libre al fin de humanos manicomios.

viernes, 4 de marzo de 2022

Soneto 198

 EN STAND BY


Estrena nuevo marzo el calendario.

Ningún soneto nuevo en este año.

Tampoco es importante. No hace daño

poner en stand by el poemario.


Tener salud, incluso en el calvario,

aunque suene ridículo y extraño,

a fin de cuentas es lo que hace apaño

ante tanto dolor, tanto sudario.


Siendo honesto, ¿qué más puedo contar?

¿Qué mundo arreglará el mejor soneto?

¿Acaso no tenemos suficiente?


Es mejor no escribir, no calcular,

dejarme de pamplinas y panfletos

si el mundo sigue igual de malamente.

Soneto 197

 OJILLOS DE PIMIENTA


Nací en el albor de los setenta.

Fui niño baby boom con cuatro hermanos:

tres niñas, dos varones, todos sanos.

En casa sin columnas ni sirvienta.


Cintitas de San Blas, licor de menta,

ochíos y alfajores artesanos.

Qué deleite tener en nuestras manos

palomas con ojillos de pimienta.


Reyes Magos: muñecas, aquel fuerte

del Oeste, pastelitos de gloria,

Sandokán y otros cuentos de Tasmania.


Otros niños tendrán distinta suerte.

No será de juguete su memoria

de tanques que hoy se ensañan con Ucrania.

Soneto 227