Soneto 172

FIJA

Te cambio mi verano por tu invierno,
mi sol brillante por tu oscura luna,
mi risa por tu lágrima importuna,
el mapa de mi edén por tus infiernos.

Te cambio mi arco iris, mi cuaderno,
mis fotos de pequeño, aquella cuna
blanca con dibujos, un delfín, una
estrella feliz, un concierto eterno.

Te cambio cuanto tenga positivo
por todo lo que dañe tu existencia.
Me sobran convicciones y motivos.

Porque te tengo fija en mi conciencia,
en todo lo que me hace sentir vivo,
más allá donde alcance toda ciencia.

Soneto 171

BOCETO PARA DESPUÉS DEL FINAL

Un soneto sin sílabas ni rima.
Catorce líneas vírgenes sin mancha.
Que nadie me lo tome por revancha.
Tiremos el limón cuando se exprima.

Lo eterno es una tonta pantomima.
La vida de verdad quedó en la cancha.
Sus prórrogas no tienen manga ancha.
Tan sólo algún recuerdo que redima.

Mejor que libro viejo en la vitrina
prefiero convertirme en amapola,
flor del trigo, o espliego en la colina.

Vaciar mi voz en una caracola
que arrastre una tormenta repentina,
y piérdanse mis versos con las olas.

Soneto 170

OTRO AÑO

Otro año delante del papel,
al pie de los cañones de la tinta.
Pero en éste no puedo meter quinta
entre un montón de ideas en tropel.

Decirte que yo sigo siendo aquel
que hoy por quererte borra lo que pinta,
que tiene que soñarte bien distinta,
o algo así, que dijera Raphael.

Empiezo a suponer que este soneto
no tendrá su corona de laurel.
No sé si continuar o estarme quieto.

Te buscaba un regalo con esmero,
que como lo diría Joan Manuel:
porque te quiero a ti, porque te quiero.