SAN SILVESTRE VALLEINCLANA
Hoy que tengo licencia a emborracharme,
hoy que tengo patente de corsario,
hoy que me acerco más al columbario,
hoy que no tengo miedo a cerciorarme.
Hoy que lloro en peligro de anegarme,
hoy que tengo disfraz de hospitalario,
hoy que olvido cualquier aniversario,
hoy que escribo otra vez para engañarme.
Hoy que muerdo por detrás del decoro,
hoy que perdí las llaves de mi nido,
hoy que no juego al gato ni al despiste,
hoy que me invade el frío, hoy que te añoro
más que de costumbre, que sólo pido
no sentirme tan solo ni tan triste.
lunes, 31 de diciembre de 2018
Soneto 64
BAJO MI PIEL
Me quedan treintaisiete para cien.
Mi sien no es un prodigio, ya lo sé.
Mi fé es el refugio, creemé,
de lo simple, aunque tú sabes bien
que soy capaz de sacarle seis pies
al gato cuatrimanco y en volver
del envés lo derecho y su revés,
como si el enredar fuera un deber.
(Hace tiempo que detesto los treinta
y unos de. No sé muy bien por qué.
Decirlo en un soneto manda hue.)
Mi ingenio no es un genio ni lo intenta.
Mi premio es hiel en un bote de miel.
Si me buscas, hazlo bajo mi piel.
Me quedan treintaisiete para cien.
Mi sien no es un prodigio, ya lo sé.
Mi fé es el refugio, creemé,
de lo simple, aunque tú sabes bien
que soy capaz de sacarle seis pies
al gato cuatrimanco y en volver
del envés lo derecho y su revés,
como si el enredar fuera un deber.
(Hace tiempo que detesto los treinta
y unos de. No sé muy bien por qué.
Decirlo en un soneto manda hue.)
Mi ingenio no es un genio ni lo intenta.
Mi premio es hiel en un bote de miel.
Si me buscas, hazlo bajo mi piel.
domingo, 30 de diciembre de 2018
Soneto 63
SORTEANDO ESPINOS
Con un pie en el delirio, otro en el sueño,
ya sé que no es de lirios mi camino,
pero logro sortear el espino
de esa verdad que vïola mi empeño.
Con el tiempo mi ritmo al caminar
se hace más lento, ya es casi paseo.
Mi deseo crece hacia adentro. Creo
que es mejor respirar que codiciar.
No sé, pero la verdadera meta
del hombre ya la tiene conseguida
sin andar. Las demás van con careta.
Nado en mis pensamientos como un huevo
en agua hirviendo. Que viva la vida.
Y que tengas un feliz año nuevo.
Con un pie en el delirio, otro en el sueño,
ya sé que no es de lirios mi camino,
pero logro sortear el espino
de esa verdad que vïola mi empeño.
Con el tiempo mi ritmo al caminar
se hace más lento, ya es casi paseo.
Mi deseo crece hacia adentro. Creo
que es mejor respirar que codiciar.
No sé, pero la verdadera meta
del hombre ya la tiene conseguida
sin andar. Las demás van con careta.
Nado en mis pensamientos como un huevo
en agua hirviendo. Que viva la vida.
Y que tengas un feliz año nuevo.
viernes, 28 de diciembre de 2018
Soneto 62
SIN MAESTROS NI ABOGADOS
Ni estoy aquí, ni estoy allá. Lo malo
es, como los jueves, quedarme enmedio,
que no es mi medio ni el mejor remedio.
Entre las ruinas del pasado, exhalo
agotamiento por mis cien costados.
Hasta los mismos hue, pa qué negarlo,
estoy de este desgaste, y a enmendarlo
no acierto, sin maestros ni abogados.
Como dijera mi tío, borrarlo
todo y comenzar de nuevo, dotado
de mejor gracia y mayor puntería,
fuera bien, pero qué santo adorarlo
si en toda fé estoy excomulgado.
Aunque sigo en mi empeño y mi porfía.
Ni estoy aquí, ni estoy allá. Lo malo
es, como los jueves, quedarme enmedio,
que no es mi medio ni el mejor remedio.
Entre las ruinas del pasado, exhalo
agotamiento por mis cien costados.
Hasta los mismos hue, pa qué negarlo,
estoy de este desgaste, y a enmendarlo
no acierto, sin maestros ni abogados.
Como dijera mi tío, borrarlo
todo y comenzar de nuevo, dotado
de mejor gracia y mayor puntería,
fuera bien, pero qué santo adorarlo
si en toda fé estoy excomulgado.
Aunque sigo en mi empeño y mi porfía.
Soneto 61
BUENOS SON LUCAS
Ni tan calvo, ni voy con tres pelucas.
Ni tan santo, ni aposto en el talego.
Ni tan puro, ni casto, ni charnego.
A falta de luegos, buenos son Lucas.
Me embobé contemplando mariposas
en la estación de tren. Usted perdone
Ce Ge don Antonio, pero no pone
"peligro de espinas" ninguna rosa.
Desde entonces fui soñando caminos
de la tarde, como otro don Antonio,
"colinas plateadas", "verdes pinos".
Mi currículum, no es el de Espartero.
Mi esmero, brindar un pulso al demonio.
Mi reto, seguir soñando el sendero.
Ni tan calvo, ni voy con tres pelucas.
Ni tan santo, ni aposto en el talego.
Ni tan puro, ni casto, ni charnego.
A falta de luegos, buenos son Lucas.
Me embobé contemplando mariposas
en la estación de tren. Usted perdone
Ce Ge don Antonio, pero no pone
"peligro de espinas" ninguna rosa.
Desde entonces fui soñando caminos
de la tarde, como otro don Antonio,
"colinas plateadas", "verdes pinos".
Mi currículum, no es el de Espartero.
Mi esmero, brindar un pulso al demonio.
Mi reto, seguir soñando el sendero.
martes, 25 de diciembre de 2018
Soneto 60
A DESTIEMPO
Te agradezco aquella actitud amándome
en aquel tiempo. Yo volví a ser yo.
El río bajaba resucitándome
de nuevo antiguas alegrías. No
era intención nuestra intentar salvarnos,
era vivir de nuevo el descubrir,
era el limpiarnos, era distanciarnos
del deber que ahoga, era vivir
sencillamente, no tener en mente
más razón que la de abrazar al tiempo
unidos, llevados por él, tal lo hace
de corazón a marzo la simiente,
burlar la fosa donde el miedo yace.
Era la dicha completa. Pero a destiempo.
Te agradezco aquella actitud amándome
en aquel tiempo. Yo volví a ser yo.
El río bajaba resucitándome
de nuevo antiguas alegrías. No
era intención nuestra intentar salvarnos,
era vivir de nuevo el descubrir,
era el limpiarnos, era distanciarnos
del deber que ahoga, era vivir
sencillamente, no tener en mente
más razón que la de abrazar al tiempo
unidos, llevados por él, tal lo hace
de corazón a marzo la simiente,
burlar la fosa donde el miedo yace.
Era la dicha completa. Pero a destiempo.
domingo, 23 de diciembre de 2018
Soneto 59
FRENTE AL MAR
El hombre, por último, frente al mar.
La pantalla, el disfraz, el parapeto,
la sonrisa falaz del esqueleto,
la tristeza, el dilema, el no acertar.
La duda, la sospecha, el resquemor,
el vacío, el ardor, la incertidumbre,
la sombra del pasado, el desamor,
la lumbre sin carbón, la mansedumbre.
La cumbre y su deslumbre, el resbalón,
le temps perdu, el perdido eslabón.
La soledad, el frío, la desgana,
la bilis de mi padre en la mañana.
Los lunes al sol. El frijol. El bingo
del soneto epitafio del domingo.
sábado, 22 de diciembre de 2018
Soneto 58
DESPUÉS ME LIMPIO
Me cago en el perro de mi vecino
En las broncas que entronca en su azotea
En los del pan con pan sin pan ni vino
En el listo Calisto y Melibea
Me cago en la marrana cantarranas
En el que canta nanas sin mañana
En el vaho que enturbia las ventanas
En las rancias que aman con desgana
En la rubia de bote sin escote
En el brote sin soja del explote
En las hojas del trote del otoño
En el moño del coño de Pablito
En el pito del tito de los ritos
En el oso mohoso sin madroño
Me cago en el perro de mi vecino
En las broncas que entronca en su azotea
En los del pan con pan sin pan ni vino
En el listo Calisto y Melibea
Me cago en la marrana cantarranas
En el que canta nanas sin mañana
En el vaho que enturbia las ventanas
En las rancias que aman con desgana
En la rubia de bote sin escote
En el brote sin soja del explote
En las hojas del trote del otoño
En el moño del coño de Pablito
En el pito del tito de los ritos
En el oso mohoso sin madroño
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Soneto 57
DUELOS VIOLETAS
El pasado azuza, el presente engaña,
Ariadna hizo maraña del futuro.
Con ojos de lechuza en la espadaña
busco maña sin ser un tipo duro
para explicar... no sé. En esta noche
ingrávida, como diría un poeta...
uno recuerda... Sí, aquel derroche,
el despilfarro de sueños violetas,
de volar en avioneta sin frenos
por los cielos del nada importa.
Y ahora llega la torta contra el suelo.
Los vuelos cada vez van siendo menos,
el impulso mengua, el ala se acorta,
y en mi aeropuerto se celebran duelos.
El pasado azuza, el presente engaña,
Ariadna hizo maraña del futuro.
Con ojos de lechuza en la espadaña
busco maña sin ser un tipo duro
para explicar... no sé. En esta noche
ingrávida, como diría un poeta...
uno recuerda... Sí, aquel derroche,
el despilfarro de sueños violetas,
de volar en avioneta sin frenos
por los cielos del nada importa.
Y ahora llega la torta contra el suelo.
Los vuelos cada vez van siendo menos,
el impulso mengua, el ala se acorta,
y en mi aeropuerto se celebran duelos.
Soneto 56
DÓNDE TE METES
Maldita inspiración, dónde te metes.
Mal tiempo para estar de vacaciones.
La vida se me va entre los retretes
del bar donde compuse sus canciones.
Me dicen que me esperas por bufetes
cansada de mis fobias y sermones,
que firme un buen acuerdo con membretes,
enferma de diabetes y flemones.
Y a mí la burocracia, qué te digo,
me importa como el pito de un sereno,
ya sé lo que es cenar sin pan de higo.
Pero mendigo me siento y no miento
si te cuento que sin ti en mi terreno
la vida es un veneno y un tormento.
Maldita inspiración, dónde te metes.
Mal tiempo para estar de vacaciones.
La vida se me va entre los retretes
del bar donde compuse sus canciones.
Me dicen que me esperas por bufetes
cansada de mis fobias y sermones,
que firme un buen acuerdo con membretes,
enferma de diabetes y flemones.
Y a mí la burocracia, qué te digo,
me importa como el pito de un sereno,
ya sé lo que es cenar sin pan de higo.
Pero mendigo me siento y no miento
si te cuento que sin ti en mi terreno
la vida es un veneno y un tormento.
Soneto 55
UN SONETO TRAVIESO
Platos fregaos, el mistol tapao,
el paño estirao, to arrecogío.
Un cacho rato llevo aquí encogío
fumando en mi ventana al descampao.
Madre mía qué frío. Bueno, eso,
qué te iba yo a decir que no es mentira,
que a ver si me da lugar y se estira
mi mollera que un soneto travieso
quiero hacerte antes que vengas ahora.
No sé si me dará lugar, la cosa
araña más que el gato Misifú,
y no sé de qué manera a esta hora
que ya los nazaretos de su fosa...
¡Pero si ya lo tengo hecho! ¡Ofú!
Platos fregaos, el mistol tapao,
el paño estirao, to arrecogío.
Un cacho rato llevo aquí encogío
fumando en mi ventana al descampao.
Madre mía qué frío. Bueno, eso,
qué te iba yo a decir que no es mentira,
que a ver si me da lugar y se estira
mi mollera que un soneto travieso
quiero hacerte antes que vengas ahora.
No sé si me dará lugar, la cosa
araña más que el gato Misifú,
y no sé de qué manera a esta hora
que ya los nazaretos de su fosa...
¡Pero si ya lo tengo hecho! ¡Ofú!
Soneto 54
SINGING IN THE RAIN
Demasiado listo para ser tan tonto.
Demasiado amado para odiarme tanto.
Demasiados bancos pa tan corta calle.
Demasiadas calles pa tan pocos pasos.
Demasiado paso sin pasar de nada.
Demasiada nada para tantas ganas.
Demasiado ardo pa estar tan quemado.
Demasiado quemo con tan torpes mixtos.
Demasiado embisto sin ver lo que veo.
Demasiado veo para ser tan ciego.
Demasiado ciego, demasiado aguanto.
Tanto monta tontos, tontos montan tanto.
Tonto de tanto en tanto entontarlo todo.
Tanto tonto todo, tanta tonta tinta.
Demasiado listo para ser tan tonto.
Demasiado amado para odiarme tanto.
Demasiados bancos pa tan corta calle.
Demasiadas calles pa tan pocos pasos.
Demasiado paso sin pasar de nada.
Demasiada nada para tantas ganas.
Demasiado ardo pa estar tan quemado.
Demasiado quemo con tan torpes mixtos.
Demasiado embisto sin ver lo que veo.
Demasiado veo para ser tan ciego.
Demasiado ciego, demasiado aguanto.
Tanto monta tontos, tontos montan tanto.
Tonto de tanto en tanto entontarlo todo.
Tanto tonto todo, tanta tonta tinta.
jueves, 13 de diciembre de 2018
Soneto 53
NO SÉ NADA
Porque yo sólo sé que no sé nada,
a cada dos derrapo en mi elocuencia,
por tres me contraataco en la emboscada
de mantener a raya mi decencia.
Mi experiencia es un reto a cualquier sastre.
Mi desastre, un cañón que no dispara
más que lerdos disparates. Mi lastre,
el de un corso sin patente en Ankara.
Cara y cruz con pimentón de la Vera
Veracruz. Falta luz y no hay más cera.
Por la acera del error vengo y voy
del coro al caño. Así pasan mis años.
Un par de versos me faltan. Si apaño
los catorce, con un canto me doy.
Porque yo sólo sé que no sé nada,
a cada dos derrapo en mi elocuencia,
por tres me contraataco en la emboscada
de mantener a raya mi decencia.
Mi experiencia es un reto a cualquier sastre.
Mi desastre, un cañón que no dispara
más que lerdos disparates. Mi lastre,
el de un corso sin patente en Ankara.
Cara y cruz con pimentón de la Vera
Veracruz. Falta luz y no hay más cera.
Por la acera del error vengo y voy
del coro al caño. Así pasan mis años.
Un par de versos me faltan. Si apaño
los catorce, con un canto me doy.
miércoles, 12 de diciembre de 2018
Soneto 52
COMO EN LOS CUENTOS
Dos jovencitos de cincuenta años,
un pelín hastiados del bamboleo
de sus jodidas vidas, sin amaños
ni más trampa que un destino a voleo,
se vinieron a conocer un día.
Hete aquí que se vieron renacidos,
así, como de pura hechicería,
cualquier pasado olvidaban unidos.
Y era fácil la cosa, muy sencilla:
bastaban con besarse, una canción,
reír, llorar, comer, sin más política.
El uno soñador y poetilla.
La una cocinera con pasión.
¿Alguien los vio? Sí, yo, van hacia Ítaca.
Dos jovencitos de cincuenta años,
un pelín hastiados del bamboleo
de sus jodidas vidas, sin amaños
ni más trampa que un destino a voleo,
se vinieron a conocer un día.
Hete aquí que se vieron renacidos,
así, como de pura hechicería,
cualquier pasado olvidaban unidos.
Y era fácil la cosa, muy sencilla:
bastaban con besarse, una canción,
reír, llorar, comer, sin más política.
El uno soñador y poetilla.
La una cocinera con pasión.
¿Alguien los vio? Sí, yo, van hacia Ítaca.
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