HOMILÍA DE DOMINGO
Si algún día consigues un castillo,
no te olvides del barro de tus suelas,
de la luz que derramas cuando vuelas,
de no cerrar tu alma con pestillo.
Si algún día consigues el poder,
no pretendas creer poder con todo.
Es así. No te engañes. Aquel lodo
aún lo estás pisando sin querer.
Si alguna vez te vuelves fortaleza
diseña una gran sala a tu tristeza.
Jamás te la podrás quitar de en medio.
Si alguna vez la vida te sonríe
diseña enorme huerta donde críe
igual que tus rosales tu gran tedio.