NI DE SANGRE GOTITA ALGUNA POR MIS VENAS CORRA
Dale un tajo a destajo en la garganta
al canon más canónico y canónigo,
despelleja su cáscara y su ombligo,
olvídate el frío, coge tu manta,
tríncate un vino, vete al río, lanza
piedras sobre el agua, quiebra el reflejo,
sorbe el aire, desprende tu complejo,
abrázate a un árbol, ríete, danza
con él la danza de los extraviados
felices que comen pan y perdices
a la hora en que más alumbra la noche.
¿Los sientes? Son los supremos, alados
versos primitivos, sin cicatrices
ni aliños. Escríbelos sin reproche.
lunes, 28 de mayo de 2018
sábado, 26 de mayo de 2018
Soneto 10
LA FIESTA SIGA
Detrás del desamor viene el dolor.
Detrás de ese dolor llega el recuerdo.
Detrás de ese recuerdo va el olvido;
oh sumo redentor de un alma herida.
Lo cual no impedirá la noche fría
del beso con olor a despedida
que se ha dado la luna con tu almohada.
La noche es un andén de madrugada
y afloran carantoñas de frambuesa
rasgando a bisturí la vieja llaga,
y miles de fantasmas que resbalan
al pisar el jabón de una sonrisa.
Y no serás quien frene tanta prisa.
Y no quieres dormir. La fiesta siga.
Detrás del desamor viene el dolor.
Detrás de ese dolor llega el recuerdo.
Detrás de ese recuerdo va el olvido;
oh sumo redentor de un alma herida.
Lo cual no impedirá la noche fría
del beso con olor a despedida
que se ha dado la luna con tu almohada.
La noche es un andén de madrugada
y afloran carantoñas de frambuesa
rasgando a bisturí la vieja llaga,
y miles de fantasmas que resbalan
al pisar el jabón de una sonrisa.
Y no serás quien frene tanta prisa.
Y no quieres dormir. La fiesta siga.
viernes, 25 de mayo de 2018
Soneto 9
DE CUANDO EN CUANDO
De cuando en cuando la oveja al redil.
De cuando en cuando me alejo del viento
alocado para hablar del tormento,
circunspecto, y a la luz de un candil.
Sin esperanza ni convencimiento
de cuando en cuando me ciño a un soneto.
No habiendo motivos para este aprieto
qué coño hago aquí. Buen cuestionamiento.
Pero ya sigue palante, John Wayne,
que los comanches te pisan el culo.
Si no tienes pena no te la inventes.
Estate al lorito, escúchame bien:
haz algo gracioso, y con disimulo,
te escapas veloz silbando entre dientes.
De cuando en cuando la oveja al redil.
De cuando en cuando me alejo del viento
alocado para hablar del tormento,
circunspecto, y a la luz de un candil.
Sin esperanza ni convencimiento
de cuando en cuando me ciño a un soneto.
No habiendo motivos para este aprieto
qué coño hago aquí. Buen cuestionamiento.
Pero ya sigue palante, John Wayne,
que los comanches te pisan el culo.
Si no tienes pena no te la inventes.
Estate al lorito, escúchame bien:
haz algo gracioso, y con disimulo,
te escapas veloz silbando entre dientes.
lunes, 21 de mayo de 2018
Soneto 8
FRÍOS AMORES
Cuando pinchas mis globos y desciendo
Cuando partes en dos la maravilla
Cuando escapa el amor por la escotilla
Cuando la cama era una rosa ardiendo
Cuando los puentes se van encogiendo
Cuando el lecho es jergón con ortiguillas
Cuando el beso sabe a miel de guindillas
Cuando el placer resulta estar fingiendo
Cuando dicta el reloj la mala hora
Cuando el cubil proclama su impostura
Cuando hablas de asaltar el mismo infierno
Cuando amaina tu farsa con demora
Cuando pierde el redil la compostura
Cuando abril languidece en pleno invierno
Cuando pinchas mis globos y desciendo
Cuando partes en dos la maravilla
Cuando escapa el amor por la escotilla
Cuando la cama era una rosa ardiendo
Cuando los puentes se van encogiendo
Cuando el lecho es jergón con ortiguillas
Cuando el beso sabe a miel de guindillas
Cuando el placer resulta estar fingiendo
Cuando dicta el reloj la mala hora
Cuando el cubil proclama su impostura
Cuando hablas de asaltar el mismo infierno
Cuando amaina tu farsa con demora
Cuando pierde el redil la compostura
Cuando abril languidece en pleno invierno
jueves, 17 de mayo de 2018
Soneto 7
QUISO UN MI ABUELO
Allá por los tiempos de Don Pimpón,
quiso un mi abuelo en hacerme torero,
pero no de rimas, sino de albero,
con montera, capote y muletón.
El muletón se quedó en muletilla;
el astado en rimado juguetón;
el albero, lírica del montón;
el torero, mediocre poetilla.
Bien lamento tu decepción, abuelo.
La escasa ovación, me la da mi espejo,
que orejas y rabos sólo las corto
al viento. Para plazas de alto vuelo,
y más si hay sangre de por medio, dejo
a más valientes que yo. ¡Soy tan corto!
Allá por los tiempos de Don Pimpón,
quiso un mi abuelo en hacerme torero,
pero no de rimas, sino de albero,
con montera, capote y muletón.
El muletón se quedó en muletilla;
el astado en rimado juguetón;
el albero, lírica del montón;
el torero, mediocre poetilla.
Bien lamento tu decepción, abuelo.
La escasa ovación, me la da mi espejo,
que orejas y rabos sólo las corto
al viento. Para plazas de alto vuelo,
y más si hay sangre de por medio, dejo
a más valientes que yo. ¡Soy tan corto!
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