COMO DE NORIA
Divago entre las formas de memoria
tan diversas que tiene el cuerpo humano.
Hoy recuerdo tu cintura en mi mano.
Es memoria táctil, como de noria
antigua y olvidada que la euforia
de un vendaval repentino, hermano
del mismo Eolo, giró a contramano
las aguas del pasado y de su historia.
Como de peces nadando en la acequia,
como de sauces llorando en la orilla
de mis dedos, presos en su entelequia,
como de candeal harina, pura
molienda de la selecta semilla,
recuerdan hoy mis manos tu cintura.
domingo, 30 de septiembre de 2018
viernes, 28 de septiembre de 2018
Soneto 42
NO ME ACOSTUMBRO
Porque no me acostumbro a ser la flor
que es flor de día y durante la noche.
Aroma fui en vergel soñado, broche
de luz que a negra sombra dio color.
Vana ilusión en campo sin olor
perdida en las siberias del reproche.
Pero has llegado tú, y hay un derroche
de realidad, de materia y calor.
Un deseo de verde tú lo haces verde.
Un poniente nuboso tú lo aclaras.
Del camino su barro tierna cueces
creando golondrinas, y se pierde
el sol entre lejanas lomas raras,
y te beso, y me abrazas sin dobleces.
Porque no me acostumbro a ser la flor
que es flor de día y durante la noche.
Aroma fui en vergel soñado, broche
de luz que a negra sombra dio color.
Vana ilusión en campo sin olor
perdida en las siberias del reproche.
Pero has llegado tú, y hay un derroche
de realidad, de materia y calor.
Un deseo de verde tú lo haces verde.
Un poniente nuboso tú lo aclaras.
Del camino su barro tierna cueces
creando golondrinas, y se pierde
el sol entre lejanas lomas raras,
y te beso, y me abrazas sin dobleces.
sábado, 22 de septiembre de 2018
Soneto 41
DESDE TU BOCA
Desde tu boca cuelga una escalera
cuyos peldaños son trozos de estrellas,
un balancín de marfil y centellas,
cuna de silbos, nana marinera.
Tu boca es el sol de dentro hacia afuera,
luz de ensenada, de sidra y grosellas,
rizo de espuma borrando las huellas
que en alma de arena la noche hundiera.
Tu boca es mi rumbo, norte y estela,
corriente marina en agua serena,
céfiro suave al que oriento mi vela.
A su Orïón, mi astrolabio se aferra;
a su horizonte, mi timón se ordena;
y atracar pronto en tus labios, mi tierra.
Desde tu boca cuelga una escalera
cuyos peldaños son trozos de estrellas,
un balancín de marfil y centellas,
cuna de silbos, nana marinera.
Tu boca es el sol de dentro hacia afuera,
luz de ensenada, de sidra y grosellas,
rizo de espuma borrando las huellas
que en alma de arena la noche hundiera.
Tu boca es mi rumbo, norte y estela,
corriente marina en agua serena,
céfiro suave al que oriento mi vela.
A su Orïón, mi astrolabio se aferra;
a su horizonte, mi timón se ordena;
y atracar pronto en tus labios, mi tierra.
Soneto 40
Y VAN CUARENTA
Ciscar en la otra cara de la Luna,
desplumar la trastienda de los sueños,
incendiar arbolitos navideños,
cortar la mano que mece la cuna.
Sonrojar con piropos a las monjas,
deshojar margaritas a los necios,
endulzar con turrones los desprecios,
hidratar la derrota con toronjas.
Porque tú no puedes volver atrás.
Porque como un aullido interminable
la vida te empuja, sin pedir cuenta.
Porque un tal vez, un si acaso, un quizás.
Porque quererte es cosa incuestionable.
Por mi nariz. Porque sí. Y van cuarenta.
Ciscar en la otra cara de la Luna,
desplumar la trastienda de los sueños,
incendiar arbolitos navideños,
cortar la mano que mece la cuna.
Sonrojar con piropos a las monjas,
deshojar margaritas a los necios,
endulzar con turrones los desprecios,
hidratar la derrota con toronjas.
Porque tú no puedes volver atrás.
Porque como un aullido interminable
la vida te empuja, sin pedir cuenta.
Porque un tal vez, un si acaso, un quizás.
Porque quererte es cosa incuestionable.
Por mi nariz. Porque sí. Y van cuarenta.
viernes, 14 de septiembre de 2018
Soneto 39
NI VUELVEN NI LO INTENTAN
El lápiz no me reclama, la tarde
cuando calla parece como ausente,
el silencio araña, la noche miente,
abrasa la lluvia todo lo que arde.
Desciendo a los desvanes del ayer.
El cric cric del celofán en las hojas
del álbum es árbol que se deshoja.
Algún retrato daña sin querer.
¿Cuánto hace ya? ¿Qué sería de aquél?
Juventud perpetuada en el papel.
Instantes congelados que calientan,
por un momento, el gélido mirar,
el frío desvarío al contemplar
pasados que ni vuelven ni lo intentan.
El lápiz no me reclama, la tarde
cuando calla parece como ausente,
el silencio araña, la noche miente,
abrasa la lluvia todo lo que arde.
Desciendo a los desvanes del ayer.
El cric cric del celofán en las hojas
del álbum es árbol que se deshoja.
Algún retrato daña sin querer.
¿Cuánto hace ya? ¿Qué sería de aquél?
Juventud perpetuada en el papel.
Instantes congelados que calientan,
por un momento, el gélido mirar,
el frío desvarío al contemplar
pasados que ni vuelven ni lo intentan.
martes, 11 de septiembre de 2018
Soneto 38
EN OVILLO
No daré por perdido este airecillo
de tímidos susurros, su mensaje
que intenta a duras penas sacar brillo
a un día de zozobra y oleaje.
Junto al tronchado tallo, izaré piedra
a piedra, ladrillo a ladrillo, un alma
derrumbada como pared que a hiedra
en ella anclada, abate y despalma.
Dura es la verdad cuando se desnuda.
Dura es la vida a veces, bien lo sabes
tú hoy, como de terrible colmillo,
como de hiel y frío y miedo y duda.
Válgante mis versos que, igual que aves,
su vuelo azoren tu pena en ovillo.
No daré por perdido este airecillo
de tímidos susurros, su mensaje
que intenta a duras penas sacar brillo
a un día de zozobra y oleaje.
Junto al tronchado tallo, izaré piedra
a piedra, ladrillo a ladrillo, un alma
derrumbada como pared que a hiedra
en ella anclada, abate y despalma.
Dura es la verdad cuando se desnuda.
Dura es la vida a veces, bien lo sabes
tú hoy, como de terrible colmillo,
como de hiel y frío y miedo y duda.
Válgante mis versos que, igual que aves,
su vuelo azoren tu pena en ovillo.
lunes, 10 de septiembre de 2018
Soneto 37
POLVO ERES
Entre dos oscuridades... un polvo
de los que quitan el hipo, de los...
que catapultan murallas, de los...
que se pasan de la raya, de los...
que ni te mienten ni engañan, de los...
que te matan y amortajan, de los...
que te zozobran la calma, de los...
que te calman la zozobra, de los...
que te hacen falta las sobras, de los...
que con las sobras te apañan, de los...
que juegan al veo veo, de los...
que ni ya viendo te veo, de los...
que te siembran en la tierra, de los...
que te devuelven al polvo... del polvo.
Entre dos oscuridades... un polvo
de los que quitan el hipo, de los...
que catapultan murallas, de los...
que se pasan de la raya, de los...
que ni te mienten ni engañan, de los...
que te matan y amortajan, de los...
que te zozobran la calma, de los...
que te calman la zozobra, de los...
que te hacen falta las sobras, de los...
que con las sobras te apañan, de los...
que juegan al veo veo, de los...
que ni ya viendo te veo, de los...
que te siembran en la tierra, de los...
que te devuelven al polvo... del polvo.
domingo, 9 de septiembre de 2018
Soneto 36
ESTAMOS VIVOS
Qué importa que la tarde esté llorona,
que el sol caldee ya la primavera
añorada en la otra media esfera.
Qué importa si aquí se nos desmorona.
Qué importa si la sangre se acartona,
que el corazón derrape en cada acera
del recuerdo, preso de su ceguera.
Qué importa si el ánimo se apoltrona.
Qué importa la manteca de cacao
para una boca agrietada de espinos,
que cierren los placeres por derribo.
Qué importa la tormenta, el frío vaho
que empaña los cristales del destino.
Te quiero. Me quieres. Estamos vivos.
Qué importa que la tarde esté llorona,
que el sol caldee ya la primavera
añorada en la otra media esfera.
Qué importa si aquí se nos desmorona.
Qué importa si la sangre se acartona,
que el corazón derrape en cada acera
del recuerdo, preso de su ceguera.
Qué importa si el ánimo se apoltrona.
Qué importa la manteca de cacao
para una boca agrietada de espinos,
que cierren los placeres por derribo.
Qué importa la tormenta, el frío vaho
que empaña los cristales del destino.
Te quiero. Me quieres. Estamos vivos.
viernes, 7 de septiembre de 2018
Soneto 35
SIN ESPINAS
El adiós que nunca podré decir
sobre el andén de ninguna estación.
El sueño de un verano sin concluir
abocado a sufrir sin remisión.
Menguan los días igual que la espuma.
Todo se acorta, decrece en su esencia.
Todo es materia de arruga y de bruma.
Y cesa la ilusión en mi conciencia.
Mas no muere, crisálida encerrada
de pozo y negrura en hondo latir.
¿Volverán las oscuras golondrinas?
Espero. Oh bella mariposa alada
que das tersura a mi áspero vivir,
devuélveme a tus vuelos sin espinas.
El adiós que nunca podré decir
sobre el andén de ninguna estación.
El sueño de un verano sin concluir
abocado a sufrir sin remisión.
Menguan los días igual que la espuma.
Todo se acorta, decrece en su esencia.
Todo es materia de arruga y de bruma.
Y cesa la ilusión en mi conciencia.
Mas no muere, crisálida encerrada
de pozo y negrura en hondo latir.
¿Volverán las oscuras golondrinas?
Espero. Oh bella mariposa alada
que das tersura a mi áspero vivir,
devuélveme a tus vuelos sin espinas.
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