miércoles, 28 de noviembre de 2018

Soneto 51

NO QUIERO

Cuando peor estaba te escribía
mis mejores sonetos, sin modestia.
Mira de ejemplo el comienzo tan bestia
éste de hoy. Tiempo atrás quién lo diría.

Puede ser que ya duerma medio qué,
que sea un hombre de bien, pague impuestos,
no me despeine, aproveche los restos
del guisado o ya no haga el chimpancé.

Pero esta cordura me vuelve loco.
Esta razón primordial descoloca
a cualquiera. No quiero esta alegría

edulcorada y frígida que poco
sabe a felicidad, que apenas toca
la fibra, como mala poesía.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Soneto 50

FUNDIRME EN TI

Como si no te fuese a ver ya más,
así quiero mirarte si te miro,
y dejar en tus labios un suspiro,
un estertor huyendo hacia el jamás.

Como si fueses un cometa, un astro
errante que una noche por azar
cruza mi cielo, y no dejará rastro,
así te abrazo, cual lluvia en el mar.

Quiero fundirme en ti por cierta muerte,
por cierto olor a fosa que me acecha,
y a campo sin simiente ni cosecha.

Quiero ligarme a ti, hacerme fuerte
frente a la noche gris, frente a la fuga
del tiempo que vuelve al hombre en arruga.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Soneto 49

LEY DE VIDA

Quién desatará ese nudo que aprieta
las voces del Cabriel de tu garganta.
Qué arcángel San Gabriel a qué profeta
anunciará el final que te quebranta.

Qué mantra ofrecerá precisa calma
al alma que a tus pies yace caída.
Hacia dónde tu huida, en qué palma
de tus manos leer tal despedida.

Desnombrando ese nombre no nombrable,
pronunciaré pronombres posesivos:
su, tu, vuestra; también mi, también nuestra.

Hay temas que amedrentan. Lo demuestra
este soneto, parco en adjetivos,
timorato, torpe, casi inefable.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Soneto 48

NO DIRÉ

Que entré en tu corazón, es un decir.
Es decir: decir palabras. Yo digo:
corazón, nido, pájaro, mendigo...
¿pero lato, amo, vuelo? Es fingir.

Entonces me callo, cierro los ojos
y escucho: dum dum dum, bajo tu pecho.
Y se abren mis alas sobre este lecho;
y es leve mi cuerpo, y en los rastrojos

del diccionario humea la mentira.
No diré yo, tú, soy; no diré viento.
Entre arrumacos, existo volando.

No diré abrazo, ni beso que es lira
sonando en las simas del sentimiento.
No diré te quiero, te estoy amando.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Soneto 47

MI DULCE INMA LA DULCE

A cada dos por tres Inma me asombra
volviendo del revés mi angustia absurda.
Maestra del saber, su buena zurda
golea por la escuadra de mi sombra.

Ni escatima esfuerzos, ni pierde el tiempo:
cuando un ojo deja puesto en la cama
que tiene a medio hacer, traza una trama
perfecta con el otro, con buen tempo

y bien ensamblada, fiero veneno
para mis demonios, que sin querer
queriendo ahuyenta así como si nada.

Con más paciencia que Job, ningún trueno
mío doblega nunca el buen hacer
de mi dulce Inma, mi dulce hada.

Soneto 227